septiembre 23, 2013

2013

No me atrevo a decir que ha sido el peor.. más por miedo de que suceda algo más que por otra cosa.
No sé si fue porque no seguí con la tradición de fin de año (benditas cábalas!)
No sé por qué… ni trato de encontrarle un sentido a tanta cosa.

Pero este 2013 ha sido duro, muy duro.
Mi Rafael, el choque de auto, el corazón roto, la tristeza por mi niña y su ausente padre (este año me ha dado con más fuerza)
Quizá sea yo que he estado más vulnerable y he (re)sentido con intensidad estos 9 meses.
No lo sé…

Sólo sé que quiero que acabe ya.

Sé que no todo es malo.
Profesionalmente me siento motivada (cuándo estoy de buen ánimo soy un as! O casi!)
Académicamente me va muy bien, un promedio en notas de 9.5 no es gratis, me he sacrificado lo sé.
Tengo amigas, mis hermanitas, que me han aguantado los días de pesimismo con mucho amor y cariño.
Está mi hijita, que me abraza como osa niña, y me da besos de nariz, que ilumina mi vida con su sonrisa.

Sé que no todo es malo.
Aunque me sienta triste muchos días.
Debo aceptar que si Rafael no está es por algo. Debo perdonarme por no "poder" cuidarlo y perderlo.
Debo entender que la relación con mi madre se puede reconstruir poco a poco, poniendo ladrillo por ladrillo sino sería como un castillo en las nubes.
Debo ver las cosas buenas que tengo, que tiene mi vida. Que sé que tengo, que sé que están!
Pero algunas veces me da por llorar y es un sinfín de lágrimas.

Falta poco para cumplir 28 años. La semana pasada volví a arrancarme la tercera cana (el mismo lugar de las anteriores!)
Sé que los años pasan, pero sé que aún tengo mucho por vivir.
Ya no quiero pensar en si me casaré o no (aunque hubiera sido una novia muy guapa)
Ya no quiero pensar en si tendré una familia o no (quizá mi hija y yo es toda la familia que tendré)
Ya no quiero pensar en lo que no puedo tener en este momento. Y empezar a disfrutar de lo que sí tengo y con quienes cuento.

Quiero disfrutar la vida que tengo ahora.
Que no es tan mala! Que no es mala en lo absoluto… 
Me lo he dicho ya algunas veces, pero vuelvo a caer en la tristeza.
Quizá escribiéndolo sea más fuerte el propósito.

No quiero esperar a que este año acabe y decir 2014 venga que el 2013 ya se portó muy mal conmigo.
Sé que las cosas, todo, dependen del cristal con que se mire.

Y ya que estoy envuelta en procesos, caracterizaciones, cuadros, mapas y versiones.

Le voy a sacar una segunda versión a este 2013 ( a ver si le quito el estigma y logro que repunte)


septiembre 20, 2013

E..mpty


" "

"Pensé, por primera vez en esos días, que el ojo humano, con todo lo increíble que es, sólo puede ver la superficie de las cosas. Se desliza por encima de ellas guiado por una percepción subjetiva que nos permite ver los objetos sólo en una realidad muy limitada, la propia, que se compone de nuestras expectativas y nuestras experiencias"

" "

"Con el tiempo pasa una cosa muy extraña. Domina nuestra vida más que ninguna otra dimensión. En realidad todo gira en torno al tiempo que tenemos, el tiempo que no tenemos, el tiempo que nos queda. Ese es el tiempo real. Un día, diez meses, cinco años. Pero luego está también el tiempo que percibimos, que es el hermano caprichoso del tiempo real. Es el que hace que una hora de espera dure treinta cinco horas y que, en cambio, la hora que nos queda para hacer algo importante quede reducida de pronto a ocho minutos."

septiembre 17, 2013

Mi hijito ángel


Hijito mío…

No puedo dejar de pensar en ti.
Deberías ya estar entre mis brazos.
Debería ya haberte conocido.
Debería ya haber respirado tu aroma.

Hijito mío…

Espero algún día verte y reconocerte.

Hijito mío… 

Por qué he perdonado infidelidades?

Aquel que no debe ser nombrado fue infiel 4 de las 5 veces que estuvimos juntos.
Las tres primeras veces lo mandé al mismisimo infierno y tuvieron que pasar años entre cada período para que lo perdonara y regresáramos.
La cuarta vez, recuerdo mis palabras textuales, "si te mueres ni me avises, porque no me importa."
Entendí que así como yo tengo mis traumas de infancia y aborrezco las infidelidades, el tiene los suyos y tiene tendencia a las infidelidades.
Y con una hija en el medio no la iba a arriesgar a revivir mi infancia. Y hasta ahí llego.
El amor murió y prevaleció la conciencia, la inteligencia y el sentido común.
También llegó el perdón pero hasta ahí. 4 cuernos pesan demasiado.

Hace unos meses sentí que la persona con la que estoy saliendo me era infiel.
No teníamos nada oficial, sin etiquetas, sin presiones.
Yo lo sentia, lo intuí, lo presentí, lo lloré, lo sufrí, lo perdoné.

Por qué?
Viéndolo en retrospectiva, sabía que él había puesto un cuerpo en medio de los dos.
Yo empecé a poner tiempo.. me enfoqué en otras cosas, seguí viéndolo pero empecé a despedirme.
Sentí como un luto por su amor y respeto ausente aunque su cuerpo estuviera junto al mío.

Racionalmente entiendo que lo haya hecho. Moralmente no.

En este momento lo sé porque tuvo la valentía de decírmelo (hubiera sido más fácil callar)
Aunque no mentiré que me da miedo su sinceridad, a veces es tanto que no sé si pueda abarcarlo.
Sigo con él y obviamente no me duele ahora que lo sé porque ya lo sufrí, ya lo perdoné.

Sé que lo quiero. Y que aunque puedo (tantas despedidas me han hecho más fuerte) no quiero por ahora alejarme de él.
He sentido como sus sentimientos han cambiado (mejorado, incrementado) hacia a mi.

Lo he disculpado. Pero no sé si podré confiar.
Cómo no dudar? Cómo creer?
Cómo volver a beber de un vaso que se ha roto?




Que por qué no soy infiel?

Una vez lo hice.
El 10 de septiembre del 2004. Tenía 18 años. Me besé con alguien que no era mi enamorado (obviamente)
Y ahí acabó mi infidelidad.

Y no, no es que sea una santa o la Madre Teresa. No..
Simplemente no me nace.

Viví mi infancia rodeada de infidelidades.
Mi madre reclamando, mi padre negando, ellos gritando. Yo llorando.
Cumpleaños en que mi padre no llegaba porque estaba con otra.
Navidades en que mi madre lloraba por los regalos que mi padre llevaba a casa (regalos de la de turno)

No sé si en algún momento me dije a mi misma que las infidelidades no formarían parte de mi vida.
No sé cuándo o cómo fue. Pero siento que está en mi médula.

Yo, no puedo ser infiel. No porque la otra persona se lo merezca o no. Porque algunos han hecho méritos.
Yo, no puedo mezclar ADN. No puedo recibir caricias de diferentes manos en un corto periodo de tiempo.
Y cuando digo no puedo no es que quiera y no lo pueda hacer… No quiero! No puedo!

Sin tratar de juzgar a otros, que cada uno tiene sus (des)motivaciones para hacerlo.
Pienso que es sucio, deplorable, reprochable para nuestro ser, espíritu, alma, moral. (mis traumas de la infancia)

Cómo puedo besar a alguien cuándo hay otros labios esperándome, besándome sólo a mi?
Cómo puedo tocar otro cuerpo cuándo hay un cuerpo disponible, dejándose tocar sólo por mi?

Lo hice una vez. Estupideces de juventud, arriesgándome con el alcohol. Lo hice. Y no me gustó.

Sinceramente no entiendo cómo alguien con conocimiento de causa y en pleno dominio de sus facultades puede hacerlo.

Es como meter la mano dentro de agua hirviendo. ESO NO SE HACE.



septiembre 16, 2013

Has visto alguna vez el tronco de un árbol cortado?


Has visto alguna vez el tronco de un árbol cortado?

Con sus líneas y sus manchas irregulares.
Dicen los entendidos que por el tronco de un árbol se puede saber no solo la edad del árbol, sino las condiciones que atravesó durante cada período.
Cada línea de ese tronco puede hablar.. líneas gruesas, otras delgadas, algunas oscuras y algunas claras…
Se puede saber si pasó por inundaciones o por sequías. Si la tierra circundante fue rica en minerales y brotó fertilidad o por el contrario si hubo escasez.
Esas líneas lo dicen todo para el que sabe interpretarlas.



Si yo fuera el tronco de un árbol, una de esas líneas serias tú.
Tú me has marcado, en mi, en mis ideas, en la forma de expresar mis sentimientos, en la manera de entender a los demás, estás tú.
Estás tú en las cosas cotidianas, estás tú en los ideales, estás tú..
Eres una línea de mi árbol. 

septiembre 11, 2013

un día!


zapatitos

he estudiado en colegio religioso toda mi vida...
así que con todo el respeto y cariño que les tengo a aquellas mujeres que me transmitieron valores, sentido de la moral y mantuvieron mi fe.....



HOY, parezco monjita!!!

septiembre 05, 2013

Soy mi cuerpo - Jaime Sabines

Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen.
Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían.
Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío. Échenme encima todo lo que tenga calor, las sábanas, las mantas, algunos papeles y recuerdos, y cierren todas las puertas para que no se vaya mi soledad.
Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y si hablo dormido no me hagan caso, si digo algún nombre, si me quejo. Quiero que hagan de cuenta que estoy enterrado, y que ustedes no pueden hacer nada hasta el día de la resurrección.
Ahora quiero dormir un año, nada más dormir.

Jaime Sabines

¿existe el infierno?


 Existe el infierno este septiembre en que un niño debería nacer y mostrar al mundo su tan deseada sonrisa.
Pero no hay niño por nacer, sólo hay embarazadas alrededor.
Embarazadas en la caja del supermercado, embarazadas en la fila del cine, embarazadas en las reuniones de trabajo.
Hay una madre que llora noches sí, noches no. Porque nunca verá las cejas de su niño, ni tocará los deditos de sus pies.
Hay una madre que se sabe triste y no tiene ganas de alegrarse, porque esa tristeza le recuerda al hijo que no está.
Ese corazón que dejó de latir, quizá en el vientre, quizá en el baño. Ese corazón que se detuvo y no saber si hubo dolor en ese proceso.
Si le quemaba la piel, si le dolía su cuerpito de fréjol, si sintió algo al dejar ese espacio que debía albergarlo y no pudo.
Existe el infierno para esa madre que mientras sacaban de ella los restos de la cuna de su hijo, prometió sonreír en su honor, pero sólo quiere llorar.
Existe el infierno para esa madre que prometió ser madre de dos aunque velara solo por una.
Existe el infierno cuando esa madre no cumple sus promesas, cuando grita a su niña, cuando se cansa de los quehaceres de casa, cuando se desgasta de tanto pensar.
El infierno existe. Al esperar que haya un cielo, un cielo donde pueda algún día ver a ese hijo que no pudo nacer. Y escucharle decir mamá.
Pero no saber si hay un cielo. No saber si podrá verlo, abrazarlo, olerlo, acariciarlo.
Ese no saber es un infierno. Aquí. Cada noche antes de dormir.

septiembre 03, 2013

hubo una vez alguien


alguien que me amó y que amé con un amor puro, suave como nube, hermoso como diamante, brillante como cristal..

nos sobraron traumas, le faltó amor propio.
pero el amor que nos teníamos, ese amor no está en duda.
ese amor es de muchas vidas.. lo sé. aunque en esta no pudo ser