marzo 11, 2020

¿A dónde voy?

No estoy a gusto en mi trabajo, tengo meses así.
Me he sentido irresponsable por no trabajar con ahínco, ímpetu, energía.
Me he sentido desmotivada, triste, aburrida por seguir donde no quiero estar.
Me he desgastado porque trato de compensar las pocas ganas con el triple de esfuerzo y termino exhausta.
Me he visto como malagradecida porque habiendo tanta gente sin trabajo en mi país, esa debería ser mi única motivación, el tener un trabajo sin importar si estoy a gusto.
Actualicé mi hoja de vida, actualicé la foto, he buscado trabajo casi a diario durante los últimos 3 o 4 meses, no me han llamado a ninguna entrevista.
He pensado que estoy robando en mi empresa, porque dedico mi atención a otras cosas en horas laborables, porque no me gusta donde estoy.

He llegado a pensar que tengo depresión, porque este desgano se ha reflejado en mi casa con la ropa por montones de doblar, en mi alimentación con los pocos o nulos desayunos que ingiero porque siempre me faltan horas por dormir.
He descartado la depresión porque los fines de semana o en las vacaciones me olvido de este desgano, me apasiona estar con mis niños en infancia misionera y he logrado las metas pequeñas que me he ido poniendo.

Llevo meses en esta situación, llegando justo a tiempo porque me quedo dormida, extendiendo mi hora de almuerzo, tratando de compensar la desatención en horas laborales quedándome una o dos horas más luego de la jornada. Llegando tarde a casa, atender a mi familia en lo estrictamente necesario porque estoy físicamente cansada (aunque todo mi trabajo sea mental) y dormir.

Intenté retomar el hábito de la lectura, leí dos libros y luego lo dejé, me absorbieron las series. Ahora estoy procurando hacer ejercicios, nunca me ha gustado no es algo que me nazca pero he notado que aunque sea los diez minutos diarios me ayudan a incrementar la energía.

He tenido momentos de congelamiento espiritual, he dejado de rezar el Rosario por iniciativa propia, dejé de confesarme regularmente, no me siento en condiciones de hacer un buen examen de conciencia, no me he sentido digna de comulgar, de recibir a Jesús en este corazón manchado y desordenado.

Meses así, con este patrón que ha sido como los latidos del corazón, con altas y bajas, horas de energía, efectividad y eficiencia, horas de desgano, impaciencia, desazón.

Ayer conversaba con  A, mi bff, y me decía: "...todos (o muchos) los días pienso qué hacer con mi vida, no sé mi misión en esta tierra, mi futuro laboral, dónde voy a vivir, voy a "tener una familia" que cada vez pienso menos en tener alguna pareja..."

Y esas 5 palabras me hicieron clic "MI MISION EN ESTA TIERRA", eso es lo que busco, o más bien lo que no tengo, ese es el vacío que siento, el otro día le decía a mi hermano "voy a cumplir 35 años y no quiera estar gorda" (por eso los ejercicios)... pero creo que en el fondo lo que me pasa es "voy a cumplir 35 años y quiero cambiar! quiero hacer algo por el mundo, por los demás" ¿Cuál es el propósito de mi vida?




Cuando rezo el Padrenuestro le pido a Dios que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo pero le añado estas palabras "y en mi corazón"... me despierto por las mañanas y doy gracias por un nuevo día más de vida, por mi familia, por mi trabajo y le insisto con aquello de su voluntad, quisiera saber cuál es, quisiera encontrar ese lugar en el que ponga mis talentos al servicio de Dios y de su plan, creo en Dios, creo en el amor, creo en la fe, creo en la bondad de las personas, creo que los buenos somos más aunque seamos más silenciosos, quiero hacer más.

Creo que finalmente puedo poner en palabras lo que me sucede y aún dentro de esta situación me reconozco como afortunada, y es que ya quisieran otros tener esta "crisis" que estoy teniendo, aquellos que tienen algún ser querido enfermo, aquellos que tienen problemas familiares, aquellos que no tienen trabajo, aquellos en situaciones de vulnerabilidad, ni siquiera podrían detenerse a pensar en el propósito de sus vidas, pero no quiero conformarme, no quiero quedarme donde estoy, aunque tampoco sé hacia dónde ir.

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