marzo 11, 2015

Libros que se abren solos

Sigo un poco anodada...

Una voz que escuché por más de dos años varias veces al día, y ahora ni siquiera la reconocí.
No espero ni esperaré una llamada tuya.
Pero llamas.

Al principio estuve tranquila, sensata, coherente, inteligente.
Y no sé si lo hiciste a propósito pero lograste (yo permití) desestabilizarme.

Te quise y tu no a mi. Creo que es la primera vez que lo escribo!
Pero se acabó. Ya no te quiero, y ahora tu me extrañas? No puedo menos que enojarme por tu inmadurez. Valorarme ahora que no estoy.

Decirme que "vea bien por quién te estoy cambiando" este fue el punto que me hizo explotar.
Cambiarte?
Yo te dejé, no te cambié.
Te dejé por mi, no por otro.

Y eso fue hace CINCO meses... tienes problemas...

Esta novela se acabó hace rato



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