Te miras al espejo y sonríes mientras das vueltas.
Te pones vestidos aunque estés en casa, porque sí, porque te
gustan.Te dejas el cabello suelto para poder sentir su movimiento sobre tus hombros.
Ríes y tu risa contagia.
Lloras y tu dolor conmueve.Hablas y abres al mundo con tus palabras.
Y yo te observo…
Observo deleitada, observo entusiasmada, observo suplicante,
observo agradecida.
Deleitada con tu forma de retirar el cabello de tu rostro
casi sin tocarlo.
Entusiasmada al descubrirte sabia bajo tus almohadas de
princesas.Suplicante con los cielos para darte, mostrarte y guiarte por el mejor camino.
Agradecida con la vida porque me llamas Madre.
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