En mi última entrada hablaba de mi crisis existencial, cuál es mi propósito, qué quiero hacer con mi vida...
Casi 4 meses después, luego de haber pasado - lo mismo que pasó todo el mundo- encerrada en casa, preocupada porque se enfermen mis seres amados, preocupada por perder el trabajo, equilibrando o averiguando como se equilibra eso del home office -no lo descubrí-... pues aquí sigo.
Hoy me ha tocado trabajar desde oficina, a partir de esta semana serán 3 días en oficina y 3 días en casa; los días que estoy en casa -me imagino que así le pasa a todo el mundo- mi familia es como que no se enterara que tengo que trabajar y cocino con la laptop en el mesón o sino me quedo hasta tarde para recuperar "el tiempo perdido" entre platos y verduras y frutas y arroces...
Casi 4 meses después, mis abuelitos siguen sanos, ni una gripe les ha dado! mi mamá se está recuperando del accidente cerebral transitorio que tuvo hace un mes, mi esposo continúa en teletrabajo por aquello de ser grupo vulnerable, mi hija parece que está cada vez más acostumbrada a sus clases online.
Casi 4 meses después sigo en el mismo trabajo, de 26 personas, 1 debió salir. Los demás aquí estamos luchándola! No he encontrado la motivación que busco, pero tengo la convicción de cumplir mis labores con responsabilidad aunque me siga costando el doble y a veces el triple porque no tengo las ganas, tengo la tranquilidad -sobre todo esto!- de poder aportar economicamente a mi hogar y no ser una carga, tengo la esperanza de estar encaminada a encontrar esa misión en mi vida, aquello a lo que soy llamada pero aún no encuentro el letrero que diga "has llegado"
Casi 4 meses después mi útero sigue sin concebir un hijo - esperaré hasta cuando Dios quiera-, mi cuerpo definitivamente ha reaccionado o reaccionó un poco antes pero yo recién lo descubro...
Diagnóstico: alopecia areata: esto ocurre cuando el sistema inmunitario ataca y destruye por error los folículos pilosos sanos. ¡Harakiri en mi cuero cabelludo!
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