LETRAS DE UN DIARIO ESPORÁDICO

“Hoy, teniendo presente todo ese amor que me tengo, no me flagelo yendo tras su fútil encuentro...

Decidí no dejarla de querer, no dejar de ser amor…pero al decidir no dejar de ser amor, también decidí, justamente por amor a mi, si dejarla de buscar…

Yo no pido respuestas de ella... ella, si un día considera que debe darlas, las dará
Yo solamente decidí no dejarla de querer, porque eso me representaría para mi perder. Para dejarla de querer tendría que pensar sólo en sus errores, olvidándome de todo lo bueno que sé que hay en ella, olvidándome que errar es natural, es de humanos...Olvidándome que tiene ese derecho, y que por ello no pierde todo lo bueno.... Por ello, yo decidí no dejarla de querer...sin embargo, por mi amor personal, si decidí dejarla de buscar... Decidí dejar mi puerta abierta, porque eso es amar, pero no significa que deba de ir tras de ella...
Cuando ella recuerde que es más amor que temor, o que su error, o más amor que cualquiera de sus dudas o inseguridades...y que recuerde que yo también soy amor, y que también tengo el derecho al error... entonces sabrá regresar para pasar de nuevo esa puerta que en mi jamás se cerró...no puedo asegurar que la espere el mismo amor, quizá la espere mi amor ya vestido de amigo…pero no importando el vestido, habrá de ser el amor…"

Fernando Saudades