Me despierto sobresaltada.. debido al sueño que he tenido..
Y lo primero que hago es mirarte..
No sé cuánto tiempo ha pasado..
Son horas? O sólo minutos?
Mis piernas se han entumecido.. no las siento.. pero no quiero moverme..
Quiero sentir dolor, más dolor, quiero que mi cuerpo grite del dolor..
Porque nada de lo que me pase físicamente supera al ruido sordo que invade mi mente
El dolor en mis piernas no me hará levantar porque simplemente no quiero moverme
Miro a mi alrededor, parece que pronto amanecerá…
Tú.. Sigues ahí sobre la cama. En la misma posición que estabas la última vez que te vi..
Al parecer te acabas de despertar, porque tu respiración ha cambiado..
A través del cristal roto de la ventana logro ver un pedazo de cielo..
Sigue obscuro.. aún hay nubes en el cielo..
Ya no llueve, pero tampoco hay arcoiris, ni pajarillos cantando..
No hay tormenta. Pero tampoco hay calma después de la tormenta..
Porque las nubes aún están sobre nosotros..
No llueve, no hay truenos, no hay rayos..
Sobrevivimos a la madrugada, sobrevivimos a la obscuridad, al frio..
Ningún lobo entró por la puerta de la cocina. No fue necesario probar mi fuerza para matarlo.
Sobrevivimos una vez más..
Mi cuerpo está inmóvil, pero mis ojos se mueven rápidamente, quiero analizar el entorno..
Estoy haciendo un análisis de los daños que ha sufrido nuestra casa imaginaria..
La chimenea está intacta, sobre ella queda un retrato nuestro con el vidrio resquebrajado.
Del cuadro de tres piezas que compramos en esa feria artesanal, solo quedan dos..
La pieza restante está partido sobre el sofá. Me pregunto si podremos arreglarlo después..
Esto me anima, pensar en un después.. pensar en cómo arreglaremos, en cómo ordenaremos..
Imaginarte buscando nuevos adornos para reemplazar los que se han quebrado.
Imaginarnos en un debate tan profundo e intenso para decidir si queremos bandejas de cristal o de porcelana..
Imaginar, soñar, desear reconstruir nuestra casa imaginaria juntos, me da una sensación de calidez.
Continúo con mi evaluación de daños.. mis ojos y mi mente trabajan a mil por hora..
Encuentro patas arriba la mesilla del teléfono.. debajo de ella está la libreta de notas..
Aquella en la cual escribí una notita y arranqué la hoja para guardarla en el bolsillo de tu abrigo,
Para que la encuentres en el momento que lo uses, en el momento menos inesperado y pienses en mi, aún estando lejos..
Notas.. bolígrafos.. palabras escritas sobre papel… MI SUEÑO!
Sí, he recordado..!! he pegado un respingo involuntario.. (lo habrás notado? Mmm… no creo)
Encontré una libreta de hojas blancas.. habías escrito en ella.. era tu letra.. la conozco perfectamente
Pequeña, temblorosa.. letra de chico tímido.. la letra de mi chico tímido..
Te despedías.. me decías que te vas porque a mí no me gusta tu compañía..
Cierro los ojos y recuerdo tu letra..
Quiero detener ese recuerdo, quiero acariciar aquella nota, en un afán de acariciarte a ti a través de tu caligrafía..
Cierro los ojos y el sueño se hace más vivido..
Buscaba en aquella libreta aunque sabía que era en vano..
Porque tú eres de pocas palabras y de pocas letras… yo hablo mucho, escribo mucho..
Tú, te tomas tu tiempo.. escribes poco y hablas mucho menos..
Sé que no encontraría allí las respuestas a mis preguntas..
Pero aun así buscaba en esa libreta, algún indicio, alguna señal..
En qué momento te hice creer que no me gusta tu compañía?
Por qué pensaste eso? Por qué sentiste eso?
Las páginas en blanco no me daban respuesta alguna..
En mi mano tenía un bolígrafo, sería el mismo que usaste para escribir esas palabras que taladraban mi corazón en este momento?
En mi mano tenía un bolígrafo, y sólo atiné a escribir cinco palabras..
Debajo de tu nota.. con mi letra dispareja por los nervios y la tensión.. alcancé a escribir cinco palabras..
“No te rindas por favor”
Sería eso suficiente para transmitirte el mensaje?
Esas cinco palabras bastarían para traerte de vuelta a mi?
Ahora recuerdo por qué desperté sobresaltada..
Ahora recuerdo por qué fuiste lo primero que busqué con la mirada...
No te has ido, no te mueves, no me hablas, no me vienes a sacar de este rincón donde me encuentro..
Quisiera yo poder levantarme y sacarte de tus pensamientos..
Oh.. tus pensamientos.. daría todo porque compartas conmigo lo que estás pensando..
Quisiera escuchar gritos, quisiera seguir rompiendo los adornos mientras los lanzamos contra las paredes
Preferiría las maldiciones a este silencio sepulcral..
Te miro.. y sigues aquí…
Y me pregunto.. soñaste lo mismo que yo?
Esas cinco palabras logran transmitir todo lo que yo no puedo en este momento…??
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