Antes de eso, a la primera diferencia, te habría minimizado pretendiéndome superior a ti y tu habrías hecho lo mismo conmigo.
Antes de eso, no te hubiera llamado para que regreses la primera vez que te fuiste enojado y tú no habrías regresado si yo te llamaba.
Antes de eso, nuestras discusiones hubieran sido con el afán de ganarle al otro en lugar de ganarle al problema.
Antes de eso, mis celos e inseguridades me habrían destrozado; y tú, me habrías dado motivos para sentir celos y estar insegura.
Antes de eso, tus "ya vas a empezar?" habrían sido el pan de cada día, y en mi habrían desencadenado gritos y llantos.
Antes de eso, mi sobrevalorado deseo de independencia y libertad no me habrían permitido entregarme.
Antes de eso, tu sobrevalorado deseo de independencia y libertad no te habrían permitido entregarte.
Aún nos falta por aprender el uno del otro, aún nos falta por crecer en conocimiento, espiritu, piedad, paciencia, fe. Pero tú eres mi motivación y yo soy la tuya.
Creceremos en nuestra misión particular, creceremos y labraremos cada uno nuestro camino; pero juntos de la mano, llegaremos más lejos de lo que jamás hubiéramos podido llegar solos.
Nos conocimos a tiempo, en el tiempo de Dios.
Y de la mano de Dios continuaremos esta aventura, esta misión, este camino al cielo.
Feliz cumplemes, esposo mío.
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