Hace algunos añitos cuando era adolescente en mis momentos de rebeldía mentales decía esto:
Yo hago lo que yo quiera
Como yo quiera
Cuando yo quiera
Donde yo quiera
Y con quien yo quiera.
Lo recuerdo decírmelo llorando, quizá por alguna pelea con mis papás y la frustración propia de la adolescencia, este era mi mantra podría decirse que me acompañó por años...
Esa frase ahora la he cambiado por esta:
Yo hago lo que Dios quiera
Como Dios quiera
Cuando Dios quiera
Donde Dios quiera
Y con quien Dios quiera.
Y qué bonito y cuánta paz se siente al decirlo, al dejarme ser por Dios, porque no entiendo bien su voluntad pero todo lo trato de hacer con amor y con plena confianza de que será para mi bien, porque así lo quiere Dios.